llegamos y odiamos lo que vemos,
somos la razón por la que ellos rezan
pero no entienden que pronto nos iremos.
Ojos sobre mi veo,
con la esperanza a flor de piel
ya me siento un tipo cruel
por dudar de lo que creo.
Porque la gracia de ese Dios
no se ha derramado en todo el planeta
ni siquiera en esta plazoleta
en la que me enamoré de vos.
Lágrimas violando la vista,
cuando volvemos y bien sabemos
que ese futuro que prometemos,
no es mas que una hipocresía
que ni siquiera la poesía
puede calmar el dolor de los Hombres,
y es todo lo que hacemos por los pobres
rezar y escribir en sus nombres,
para de alguna forma hacer justicia,
y aun así no es primicia,
salimos sacando pecho
cambiamos palabras por hechos.
difícil tener la conciencia tranquila,
cuando a la gente le falta comida.
y así voy por la vida
ahogado en toda esta mentira.
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