El intento de estar vivo.

Es obvio que algo me sucede, siento que me debo algo a mí mismo.
Me despierto en la madrugada como si tuviera una razón para hacerlo, lo peor es que realmente me lo creo.
Existe un pacto que no he cumplido, pero no recuerdo cual, ¿Habré vendido mi alma nuevamente al diablo? Mi alma no vale nada, alguien que conoce sus dimensiones me lo ha dicho, valgo mas vivo que muerto, y eso no está ni cerca de ser lo correcto. ¿Cómo puedo anhelar morir, si mi existencia en el otro plano es tan insignificante como una lágrima en el mar?
Soy lo suficientemente estúpido como para cometer el mismo error dos veces. Este sentimiento llena mis notas de tragedias y drama, teniendo alguna clase de sentido, pero sólo para mi.
Quizás reconozco en lo que me he metido, acabo de ingresar por una puerta en la que el requisito número uno para cruzar, es olvidarme de mi mismo, y eso es muy diferente a vivir, tal vez este sentimiento se asemeja con la idea de que no valgo absolutamente nada muerto, y es así como me siento, en plena vida, aunque irradie la juventud mas potente de todas, siento que no valgo nada, y que mal que se siente estar muerto, quiero resurrección en este preciso instante y valer al menos el intento de estar vivo.